‘Recordando un paraíso’, primer libro de una nativa de Las Peñas

Puerto Vallarta, Jal.- Con la presentación de su opera prima, Recordando un paraíso, doña Josefina Cortés Lugo de Torres, se revela como extraordinaria narradora de los sucesos, acontecimientos y personajes que forjaron a este destino turístico el siglo pasado.  Más que un libro es un regalo de vida que obsequia al pueblo que la vio nacer hace 92 años. Un texto que remueve conciencias e invita a la reflexión sobre la perdida de la identidad y el sentido de pertenencia.

Una apasionada de su pueblo, no cabe duda. Pasión que la llevo a escribir no por protagonismo, simplemente por necesidad. “¡Siempre quise escribir!” expresó la autora de Recordando un paraíso ante pletórico auditorio con varias generaciones de vallartenses que la acompañaron en su consagración como cronista emérita.

Con el plus que es el primer libro en que se rescata la historia oral por la pluma de una nativa del otrora Puerto de Las Peñas de Nuestra Señora de Guadalupe, ya que Josefina Cortés, nació cuando todavía este municipio era Comisaría -1 de febrero de 1918- cuatro meses antes de que se creara el municipio de Puerto Vallarta.

Al cristalizar lo que “era una idea, un anhelo, es un esfuerzo que hoy se hace realidad”, dijo emocionada la también pionera de la enfermería en este puerto, a quien le tocó disfrutar al que el escritor Eduardo Enrique Ríos llamó en las década de los 40’s, el «paraíso escondido»; hoy un paraíso perdido en aras del desarrollo, pero sobre todo por la pérdida del sentido de pertenencia.

Y haber vivido en aquel paraíso fue el acicate de esta nativa de Las Peñas, “por el amor a mi pueblo que vi transitar irremediablemente” a este destino turístico, añoranzas y nostalgia que en ella le crearon “una necesidad de dejar un testimonio de aquel paraíso; una necesidad que fue creciendo a través de los años” sin que faltar ocasiones en que el proyecto paso “por amenazas de aborto”.

Compartió la motivación que le dio su familia, en especial dos seres queridos que ya murieron: su hija Aurea y su esposo Florencio Torres Aréchiga.“Había noches en que no podía dormir, y mi hija Aurea me decía: ‘Cuando no puedas dormir ponte a escribir»; porque en ocasiones sufría de insomnio. Lencho mi marido me decía: ‘No puedes dormir porque estas pensando en lo que vas a escribir’”.

Así que el anhelo de este libro nace en la última década del siglo pasado, aunque la afición por conservar documentos, fotografías y escribir sobre sucesos y personajes que forjaron al Puerto Vallarta del siglo XX, data desde su juventud, un acervo que generosamente compartió con cronistas, investigadores, y toda aquella persona que se interesara en la historia regional y que hoy se compila en este volumen.  Martha Ramírez Ruiz